El día en que Mario Vargas Llosa casi pierde la vida en Trujillo
En el pasado solo el APRA tenía la costumbre de iniciar sus campañas presidenciales en Trujillo. En 1988, luego de casi un año de negociaciones entre el Movimiento Libertad, Acción Popular (AP) y el Partido Popular Cristiano (PPC), que constituyeron el Frente Democrático (Fredemo), Fernando Belaunde Terry, líder de AP, tan tirado siempre a los gestos, sugirió que la declaración de principios del Fredemo, sea firmada en Trujillo, bastión aprista y lugar de nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre.
La idea era llamativa, por lo que fue aceptada por Luis
Bedoya Reyes y Mario Vargas Llosa, realizándose el 29 de octubre de 1988, como
lo ratifica Pedro Cateriano en su libro: El Caso García.
El acto de la firma de la declaración de principios de la
alianza se realizaría en el salón principal de la cooperativa Santo Domingo de
Guzmán (luego Centro de Convenciones: Los Corregidores y actualmente es una
construcción en proceso en el Jr. San Martín, Trujillo).
De los tres líderes, era Luis Bedoya el que se caracterizaba
por su impuntualidad; al revés, Fernando Belaunde era estricto con la hora.
Todo estaba dispuesto para ocupar la amplia mesa en la que
los políticos estamparían su firma; pero, no podían tomar asiento porque Luis
Bedoya no llegaba a la cita.
En eso, justo en el momento y lugar en que iban a tomar
asiento Bedoya, Belaunde y Vargas Llosa, una pesada mampara de metal se
desplomó sobre el lugar que debían ocupar los políticos, casi destrozando la
mesa.
Vargas Llosa, en medio del estupor de los asistentes, bromeó con Belaunde, quien estaba irritado por la tardanza de Bedoya, diciéndole: “Ya ve, la impuntualidad del “Tucán” Bedoya tiene su lado positivo: nos ha salvado las cabezas”.
Por: Ramón Daniel Azabache Zelada.
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